viernes, 1 de febrero de 2008

Los gatos que no tenían hambre

Yo iba caminando por un callejón muy estrecho. Eran como pasillitos rodeados de casas. Llevaba conmigo una caja con comida, que era para alimentar a los gatitos callejeros. La caja era mi caja de Para Ti, donde yo actualmente guardo collares. Dentro de la caja, además de alimento para gatos, había restos de comida, un ratón (pero no animal, estaba como animado) y un pez que me miraba.
Mientras caminaba por el callejón, en la vereda aparecían un montón de peces tirados. Todos estaban vivos y ninguno se moría por estar fuera del agua. Estaban ahi, respirando tranquilamente, y yo pensaba que clase de peces serían que podían sobrevivir asi.
En el camino me cruzaba con muchos gatos, pero ninguno tenía hambre. Y me decía a mi misma que estos gatos callejeros estaban muy bien alimentados, que rechazaban mi pez y mi ratón.
Llegaba al fin del callejón, y había estantes con muchas jaulas con gatos, y yo ahi depositaba la caja y me iba.

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