Estabamos en el trabajo, y Juani venía a decirme que Ricardo Mollo estaba sentado en la recepción. El iba a pasar disimuladamente para verlo, y yo pasaba después.
Cuando iba, lo veo sentado y estaba sonando una guitarra. Pero no era una guitarra, sino era un I- Pod con cuerdas, plateado, que sonaba como una guitarra cuando lo tocabas.
Yo me acercaba deslumbrada por el chiche, y le digo si me lo podía mostrar. Lo miro, y hago con disimulo que me doy cuenta quien es. Le pregunto que hace ahi, y me dice que está editando una revista, pero que todavía no la había mandado a imprimir porque le falta un original que le tenemos que entregar para esa publicación.
viernes, 11 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Decile a Ricardo Mollo que me devuelva el iPhone por favor, que desde que me bajé el Pocket Guitar no deja de hincharme las pelotas con que se lo preste...
Publicar un comentario